El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia ha aprobado en el plenario ordinario correspondiente al mes de febrero un presupuesto extraordinario de hasta 3,8 millones de euros con cargo al remanente de tesorería de la institución con varias actuaciones que se ejecutarán durante el presente ejercicio, además de la amortización anticipada de parte de la deuda municipal. En la sesión de hoy también se ha dado cuenta al plenario de la renuncia de Josep Marí Ribas como alcalde de Sant Josep y de la segunda teniente de alcalde, Ana Ribas, con lo que empieza a contar el plazo de diez días para la elección de un nuevo alcalde, que está previsto que se decida en el plenario extraordinario donde se hará la toma de posesión de las personas que los tendrán que sustituir como regidores.
En cuanto a la modificación de crédito acordada, por un lado se han incorporado en el presupuesto 2.365.000 euros en nuevos créditos que permitirán ejecutar distintos proyectos «maduros y que han sido ya valorados por parte del equipo de gobierno y que seguramente podrán estar ejecutados durante el primer semestre del año», como ha explicado el regidor de Hacienda, Vicent Roselló.
Roselló ha detallado que estos fondos permitirán acometer la urbanización de las calles Lugo y Rioja y construir el parque infantil previsto a esta zona (322.437 euros). También se destinarán 208.853 euros a la construcción de una red de puntos de recarga de vehículos eléctricos en el municipio.
En cuanto a las inversiones destinadas a promover el cambio energético, hay una partida de 331.992 euros para la instalación de placas solares en la cubierta de varios centros educativos y otros 17.255 para dotar también de placas algunos centros deportivos del municipio. Además, se hará una nueva divisoria entre el campo de fútbol y las pistas de pádel de Sant Josep (141.093 euros) y, entre las acciones para mejorar la red viaria, se reforzará el firme del Cami de ses Boques y el pavimento de la carretera de Davall sa Serra (520.000 euros).
La mayor de las nuevas inversiones que se incorporan a través de este presupuesto extraordinario son los 812.000 euros previstos para la adquisición de lo que serán las nuevas oficinas municipales de Cala de Bou, en unas dependencias mucho más anchas que las actuales y adaptadas a las necesidades de esta zona urbana.
Además de las inversiones, se ha suplementado casi 1,5 millones de euros adicionales que permitirán, por un lado, incrementar las ayudas previstas para autónomos y empresas afectadas por la COVID-19: los 100.000 previstos inicialmente se amplían con otros 135.000 euros «con el compromiso del Gobierno de aportar la misma cantidad, con lo que podremos subvencionar a nuestros empresarios con casi medio millón de euros».
Por otro lado, aumenta con 1,3 millones de euros más la asignación prevista inicialmente -de 300.000 euros– para la amortización anticipada de todo el crédito con que se financió la construcción del nuevo auditorio des Caló de s’Oli, del que faltaban por devolver 1,7 millones de euros.
Roselló ha recordado que, a pesar de que el presupuesto de 2020 se ha cerrado con un déficit de seis millones de euros debido a las medidas de apoyo a las personas y empresas por la pandemia de la COVID-19 y la reducción de ingresos derivada de la crisis, el Ayuntamiento todavía dispone de un remanente de tesorería de casi 40 millones de euros.
En la sesión plenaria se ha desestimado el recurso de reposición contra la apertura de la calle Espalmador y la supresión del muro que obstaculiza el paso en la confluencia con la calle de ses Salines. Así mismo, se ha aprobado la moción que reclama una ley de vivienda que preserve su función social y una legislación que permita asegurar precios asequibles y estables en el mercado del alquiler e impida los abusos.
