El Ayuntamiento de Sant Josep ha decretado el desalojo urgente, ante el riesgo inminente para la integridad de las personas, de una de las cinco escaleras de uno de los dos inmuebles que integran los denominados apartamentos Don Pepe des Guijarral. Las 10 viviendas afectadas, a pesar de que no todas estaban ocupadas, quedaron vacías ayer por la tarde y las personas que vivían han sido reubicadas provisionalmente en establecimientos turísticos, donde podrán seguir residiendo mientras los servicios sociales del Ayuntamiento examinan cada caso para proporcionar la atención que puedan necesitar o dirigirlos al recurso adecuado. El alcalde, Josep Marí Ribas, ha trasladado todo su «afecto y empatía a las personas afectadas, a las que ayudaremos en todo este trance» en una comparecencia para explicar el operativo que se hizo ayer por la tarde. «Entendemos su preocupación, pero el Ayuntamiento está actuando para lo más importante ahora mismo, que es la seguridad de las personas», ha dicho.
En total, 14 personas han tenido que pasar la noche fuera del inmueble en peligro, pero hoy mismo ya se espera que una de las familias afectadas (4 miembros) deje este alojamiento provisional para trasladarse a un piso de alquiler, según ha informado la teniente de alcalde de Bienestar Social, Ana Ribas, también presente en la comparecencia.
El desalojo se ordenó ayer mismo, después de que en los últimos días el edificio se inspeccionara por parte de tres arquitectos para determinar su seguridad y su estado estructural. El informe que han emitido confirma la gravedad de los daños que sufre este inmueble, levantado en los años 60, y el peligro que supone por sus ocupantes, como ha explicado el teniente de alcalde de Policía y Urbanismo, Angel Luis Guerrero.
Ribas y Guerrero estuvieron presentes en el desalojo para dar explicaciones a los afectados e informar sobre los recursos que se pondrán a su disposición desde el Ayuntamiento para ayudarles en estos momentos. Guerrero también ha aclarado que de los dos edificios de los Don Pepe, solo uno obtuvo licencia en su momento, pero que el otro, donde se encuentra la escalera afectada, ha quedado fuera de ordenación. También ha explicado «las complicaciones de todo tipo que esto supone a la hora de poder hacer nada en este inmueble, incluso tratar sus patologías», muy agraviadas por la ubicación, en un ambiente muy salino.
El responsable municipal de Urbanismo ha informado que en los próximos días se examinarán todas las viviendas de los dos inmuebles, empezando por el resto de escaleras del edificio donde se ha tenido que proceder al primer desalojo, para determinar si todavía son seguros para sus ocupantes. «El pronóstico no es bueno, nos tememos que los daños estén muy extendidos», ha indicado Guerrero.
Ribas ha añadido que los servicios sociales trabajan con las familias y personas reubicadas y están preparado por lo que pueda requerir la situación. También se ha apuntado en la comparecencia que el Ayuntamiento está dando los pasos para disponer de los recursos necesarios para dar una respuesta adaptada a cada situación de las que se puedan necesitar.
