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La Policía Local de Sant Josep y la Guardia Civil pone en marcha durante este fin de semana un dispositivo especial para garantizar la seguridad ciudadana en los lugares donde se ha detectado la práctica de botellones

12 julio, 2021

La Policía Local de Sant Josep y la Guardia Civil inician durante todo este fin de semana un dispositivo especial de vigilancia para garantizar la seguridad ciudadana y el orden público en los lugares donde se ha detectado un incremento de las concentraciones de grupos de jóvenes para la práctica de botellones. Ante este aumento, los agentes reforzarán a partir de esta madrugada su presencia en los lugares donde habitualmente se producen estas aglomeraciones, con el fin de prevenir el consumo de alcohol y otras sustancias en la vía pública. Además, se denunciarán otras prácticas asociadas a los botellones y que alteran igualmente la convivencia, «como es el caso de los que ponen la música a un volumen muy alto y que suponen una molestia añadida a los vecinos donde se registran estas concentraciones de jóvenes», ha explicado la teniente de alcalde de Policía, Pilar Ribas.

Las denuncias por este tipo de encuentros por consumir alcohol en la calle se han incrementado con el levantamiento de las restricciones a la movilidad nocturna y suponen «una alteración grave allá donde se registran, normalmente en zonas urbanas del municipio próximas a la costa, especialmente en algunas de nuestras playas», ha dicho Ribas.

El consumo de alcohol en la calle es una práctica sancionada en las ordenanzas municipales con multas que pueden llegar a los 1.500 euros. A la vez, alteraciones de la convivencia como poner el equipo de música del coche a un fuerte volumen y las puertas abiertas, le pueden suponer al infractor otra multa de hasta 12.000 euros.

Con la presencia conjunta de funcionarios de la Guardia Civil y agentes de la Policía Local se busca disolver las concentraciones tan pronto como se empiecen a producir e identificar y sancionar aquellos que incumplan el ordenamiento. Con esta acción se busca velar por la seguridad ciudadana y a la vez garantizar el descanso de los vecinos en los lugares donde se están produciendo estas aglomeraciones, especialmente las registradas el pasado fin de semana en puntos como Platja den Bossa, además de prevenir el riesgo de propagación de la COVID-19, porque en estas concentraciones son habituales los incumplimientos de medidas de autoprotección como el uso de la mascarilla siempre que no se pueda mantener la distancia con otras personas.

«Estamos en un momento crítico de la temporada, cuando por algunas imprudencias se está produciendo un incremento de los contagios también en nuestra isla. Ante esto tenemos que apelar a la concienciación ciudadana, especialmente los jóvenes, para seguir haciendo las cosas bien y conseguir que esta escalada no pase de aquí. A los que prefieran seguir poniendo al resto en peligro y molestando a sus vecinos, los advertimos que las multas son altas y se cobran todas», ha advertido Ribas.