
Se prevé que las obras tengan una duración aproximada de un mes.
El nuevo césped que se instalará será el primero de las Islas Baleares con un sistema 100 % sin relleno, adaptado a la normativa establecida por la Unión Europea, que obliga a eliminar el caucho de los campos deportivos de césped artificial a partir del año 2028. Por su parte, Xicu Ribas, concejal de Deportes, Juventud y Transparencia, ha destacado que “se trata de unos trabajos necesarios, ya que el césped actual presentaba un importante desgaste y esto podría suponer un peligro para la práctica del fútbol en este campo”.
Esta medida tiene como objetivo reducir la presencia de microplásticos en el medio ambiente, ya que el caucho utilizado en estos campos se descompone en micropartículas que contaminan el suelo y el agua.