Durante la mañana de ayer, agentes de la Policía Local de Sant Josep, junto con un dispositivo de la Guardia Civil, efectuaron una nueva batida contra la venta ambulante en la zona de Ses Salines.
El dispositivo de control, enmarcado en las políticas de colaboración con los diferentes cuerpos de seguridad, se saldó con una gran retirada de material (neveras portátiles, hielo, bandejas de bocadillos…) Además de los decomisos se impusieron 11 denuncias por venta ambulante de bebidas, 1 por venta de bocadillos y se retiraron 8 vehículos dedicados a la distribución de material para la venta ilegal.
El año pasado se destruyeron más de 1230 kilos de productos (sin contar con los alimentos perecederos y bebidas, que se destruyen al ser decomisados). Tan sólo en los últimos meses de la temporada 2018 se han decomisado unos 200 kilos de material proveniente de la venta ambulante, se han impuesto casi 40 denuncias y se han retirado más de una decena de vehículos.
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep se quiere volver a hacer incidencia en los posibles peligros que para la salud que representan los productos alimentarios provenientes de la venta ambulante, que no tienen ningún tipo de control sanitario, además de la ilegalidad en sí de la venta de estos u otros productos.
