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El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia promueve la retirada de los muertos de fondeo diseminados por la Bahía de Portmany que corresponden a nuestro municipio

20 abril, 2021

Esta mañana ha empezado la retirada de los muertos de fondeo detectados en la parte que corresponde al municipio de Sant Josep de la Bahía de Portmany, desde Port des Torrent hasta es Puetó. Se trata de una iniciativa impulsada desde el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia con la colaboración de Salvem sa Badia y en la que participarán varias entidades y empresas para eliminar todos estos peligrosos elementos y ganar más espacio para los bañistas, a la vez que se erradica un foco de contaminación de la costa por el vaciado de sentinas y derrames de las embarcaciones que fondean irregularmente en este puntos, sobre todo en verano y se reduce el impacto que causan las estructuras de fondeo que emplean estas embarcaciones sobre la posidonia oceánica. Justo es decir que la campaña, que durará hasta el próximo viernes, es el resultado del trabajo previo de identificación y geolocalización de los muertos diseminados por la costa de la bahía de Sant Josep el año pasado.

«Nuestras competencias son hasta el borde del mar y por eso desde Sant Josep hemos reclamado en muchas ocasiones a las administraciones que sí podían hacer algo que nos ayudaran a acabar con el problema del fondeo incontrolado en la bahía. Pasado el tiempo y sin recibir ninguna respuesta, hemos decidido no esperar más y dar un paso adelante para acabar con esta situación, que supone un riesgo ambiental y para la integridad de las personas, además de una apropiación de lo que es de todos por parte de unos pocos», ha dicho el alcalde, Ángel Luis Guerrero. «Tenemos que agradecer la colaboración que hemos recibido desde el primer momento por parte de Salvem sa Badia, que nos ha ayudado a organizar esta acción, en la que intervienen hasta tres administraciones y varias empresas», ha añadido.

«Queremos evitar los abusos por parte de unos pocos que tienen impactos graves sobre los valores naturales que mantienen el equilibrio de los ecosistemas marinos de la Bahía de Portmany y garantizan la calidad de sus aguas. Tenemos que preservar este patrimonio y con acciones como esta avanzamos en la buena dirección hacia un mar limpio y saludable», ha dicho el portavoz de Salvem sa Badia, Pepín Valdés.

«Ha costado años de reivindicación conseguir ordenar buena parte de la bahía de Portmany, pero no llegaremos a conseguir el objetivo de reducir los impactos sobre el fondo marino sin una gestión ordenada de la actividad náutica. Y no llegaremos si en el otro margen de la bahía no se pone remedio a la proliferación de estructuras ilegales de fondeo. Por eso no hemos dudado en sumar esfuerzos con el Ayuntamiento de Sant Josep, en quien hemos encontrado toda la complicidad para solucionar este problema», ha declarado la representante del CNSA, Paquita Ribas.

Una vez retirados todos los muertos, el Ayuntamiento tiene previsto ampliar la zona de baño a todo este tramo de la costa, entre es Puetó y el embarcadero de Punta Pinet, hasta una distancia de 150 metros. Justo es decir que hasta ahora en algunas zonas no se llegaba a los 50 metros del borde del mar por la presencia de barcas muy cerca de la costa. «Además de contribuir a la recuperación de nuestro litoral, con esta acción queremos recuperar espacio para las personas también en el mar», ha dicho el regidor de playas, Josep Guasch.

El estudio municipal encargado al GEN el año pasado permitió identificar hasta 156 estructuras de fondeo de diversa naturaleza, desde bloques de hormigón a neumáticos, macetas, anclajes de tipos de hélice… De estas estructuras un 42% se encuentran sobre fondo de posidonia oceánica. Con esta actuación se retirarán todos ellos y se destruirán antes de depositarlos para su adecuada gestión como residuos.

Este diagnóstico ha sido el punto de partida para poner de acuerdo las entidades implicadas en la lucha para recuperar ambientalmente la bahía a la vez de coordinar una campaña de limpieza del fondo marino que se realizará de manera coordinada con el Club Náutico Sant Antoni y Salvem sa Badia, con la participación de decenas de personas que al final de la semana habrán ayudado a suprimir de una vez por todas todos estos peligrosos elementos. «Después corresponderá al Ayuntamiento y resto de administraciones competentes vigilar que nadie vuelva a ensuciar con este tipo de elementos nuestro mar», ha insistido Guasch.

El Ayuntamiento asume la organización y los costes de los trabajos de limpieza submarina y de la gestión de los residuos generados. Sacar del mar todos estos muertos tiene un presupuesto de 18.148 euros a los que se tienen que añadir otros 2.970 euros de su eliminación, ante la previsión que hagan falta grúas específicas para la recogida de las estructuras de mayor envergadura.

Salvem sa Badia aporta una parte del presupuesto y contamos con la participación también del CNSA que proporcionará el combustible necesario para las embarcaciones que participarán en la operación y también cede los amarres necesarios durante los días de trabajo.

La actuación cuenta también con la participación de los GEAS de la Guardia Civil, que destina un equipo de buceo con su dotación y serán los encargados de coordinar el trabajo subacuático. Tenemos que agradecer al cuerpo que ya el año pasado se dio un primer paso con la retirada de cadenas y argollas metálicas enganchadas en los muertos.

No estarán solo en el agua, porque también participan las empresas de buceo profesional Eivisub y Servisub, que aportan dos equipos de buzos, dos embarcaciones, una de ellas de 20 metros de eslora y otra semi-rígida de nueve metros. Les tenemos que agradecer que a pesar del coste que tiene un trabajo especializado como el suyo, por la relevancia ambiental de esta tarea nos han hecho una rebaja de su precio ordinario de cerca del 40%. También colaborará con estos trabajos la agrupación de Protección Civil de Sant Josep, que movilizará su equipo de buzos y una embarcación para participar en algunas de las jornadas de trabajo previstas.

Esta misma generosidad la tenemos que agradecer al resto de implicados: Ports de Baleares permitirá el uso de sus muelles para el depósito provisional y la destrucción de los muertos que se vayan sacando. Ca na Negreta y Herbusa aportan 15 viajes sin coste para el Ayuntamiento para trasladar los residuos y restos de muertos recogidos en la bahía y los contenedores necesarios. Reciclajes y Derribos Santa Bárbara no facturará el coste de la gestión de los restos de hormigón que se lleven a la cantera. Arenal Diving documentará los trabajos submarinos.

Las estructuras de fondeo identificadas no disponen de ningún tipo de autorización y por tanto son ilegales, utilizando un espacio público para un beneficio particular. «Por otro lado, la mayoría de los muertos disponen de cadenas y anclajes que impactan sobre los alrededores de la estructura, arrasando con los valores naturales que pueda haber en la proximidad», ha destacado la regidora de Medio Ambiente, Mònica Fernández. Tenemos que agradecer el trabajo que se hizo el año pasado por parte de los GEAS de la Guardia Civil para eliminar buena parte de estos elementos no solo en la bahía sino en buena parte del municipio en una acción coordinada con la Policía Local de Sant Josep, que vigila que no se vuelvan a usar después.

Otra consecuencia de la proliferación de estos elementos ilegales es que, como no reúnen las condiciones necesarias de seguridad, es habitual que durante los temporales, algunas embarcaciones que los empleen para fondear acaben en nuestro litoral, generando problemas añadidos que acaben con la destrucción de las embarcaciones y su procesamiento como residuo.

En los fondos marinos de la Bahía de Portmany próximos a la costa se encuentran varias comunidades marinas, sobre sustratos de fondos de roca y fondos arenosos, destacando importantes praderías de Posidonia oceanica y de Cymodocea nodosa. Estas comunidades, protegidas por la normativa europea, estatal y autonómica, se ven afectadas por varios impactos, especialmente durante la temporada turística, como pueden ser vertidos de contaminantes, derrames de tierra en el mar, presencia de algas invasoras y, en las zonas más próximas a la costa, los impactos físicos del anclaje de embarcación e instalación y uso de muertos.